Bajo el prisma del estoicismo moderno, esta cita invita a la reflexión sobre nuestra propia capacidad de autodeterminación y la contribución que podemos hacer a la humanidad a través de nuestras pasiones. Los estoicos nos enseñan que deberíamos preocuparnos principalmente por aquello que está dentro de nuestro control, y que debemos tratar de ser indiferentes a lo que está fuera de él. Asimismo, también nos recuerdan que nuestras emociones y juicios surgen de cómo interpretamos los eventos, no de los eventos en sí.
La primera parte de la cita, "No te preguntes qué es lo que el mundo necesita", parece ir en contra de la preocupación estoica por la virtud y la contribución a la sociedad. Sin embargo, en un nivel más profundo, nos está instando a no obsesionarnos con las demandas externas o con las expectativas ajenas, que son factores que están más allá de nuestro control.
La segunda parte, "Pregúntate qué es lo que te hace sentir vivo, y ve a hacerlo", nos recuerda que nuestras pasiones y alegrías son importantes y que debemos permitirnos seguirlas. Esto no significa que debemos dejarnos llevar por nuestros impulsos hedonistas, sino que debemos buscar aquello que verdaderamente nos llena y nos da un sentido de propósito. Los estoicos defendían la búsqueda de la eudaimonia, una forma de felicidad que se alcanza a través de la vida virtuosa y el cumplimiento de nuestro propio carácter y potencial.
La frase final, "Porque lo que el mundo necesita es gente que haya cobrado vida", alinea este mensaje personal con el concepto estoico de la 'Oikeiôsis', que se refiere a la idea de que debemos expandir nuestra preocupación desde nosotros mismos hasta incluir a los demás y al mundo en general. Cobrar vida no significa solo encender nuestra propia chispa, sino también utilizar esa chispa para iluminar el mundo a nuestro alrededor.
Así, interpretada desde la perspectiva estoica, esta cita se convierte en un recordatorio de buscar la autenticidad en nuestras vidas, vivir de acuerdo con nuestra naturaleza y contribuir a la humanidad con nuestras acciones. Nos insta a tomar el control de nuestra interpretación de la realidad, a entender que somos capaces de elegir lo que valoramos y cómo respondemos a los eventos de la vida, y a utilizar estas elecciones para vivir de una manera que refleje tanto nuestras propias pasiones como las necesidades del mundo.
¿Qué es lo que te hace sentir vivo? ¿Estás haciendo eso en tu vida diaria?
Dedica tiempo esta semana a hacer algo que te haga sentir vivo, ya sea un hobby, pasar tiempo en la naturaleza, o cualquier cosa que te apasione.
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