Cada semana, ofreceremos una reflexión estoica y ejercicios para profundizar la práctica del estoicismo en un viaje de autodescubrimiento y fortaleza personal.

No se trata de que no sientas miedo, sino de que no permitas que el miedo te controle.

Reflexión

El miedo es una emoción inherente a la condición humana. Surge como un mecanismo de defensa ante posibles amenazas, como un aviso del peligro inminente. No obstante, el miedo no sólo se limita a amenazas físicas, también puede presentarse ante incertidumbres, fracasos, rechazos y pérdidas, entre otros.

En el estoicismo moderno, se reconoce que el miedo, como cualquier otra emoción, no es ni bueno ni malo en sí mismo. Es, simplemente, una reacción natural que puede, sin embargo, desencadenar tanto comportamientos constructivos como destructivos, dependiendo de cómo lo gestionemos.

“Es natural tener miedo”, diría un estoico, “pero es esencial no dejarse gobernar por él.” El estoico entiende que el miedo no es el problema, sino cómo decidimos reaccionar ante él. ¿Vamos a permitir que nos paralice, que nuble nuestro juicio, que nos haga tomar decisiones precipitadas? ¿O vamos a aceptar el miedo como un visitante temporal que llega, hace su presencia conocida y luego se marcha?

El estoico no busca eliminar el miedo, eso sería negar la naturaleza humana. En cambio, busca entenderlo, analizarlo, aprender de él. ¿Qué le dice este miedo sobre sí mismo, sobre sus valores, sobre sus deseos y temores más profundos?

La valentía, en la filosofía estoica, no es la ausencia de miedo, sino la capacidad de actuar a pesar de él. El valiente reconoce su miedo, lo acepta, pero no permite que le dicte sus acciones. Lo enfrenta con serenidad, con determinación, con sabiduría.

Por lo tanto, cada vez que sientas miedo, recuerda que no estás solo en tu temor. Todos los seres humanos sienten miedo en algún punto de sus vidas. Pero también recuerda que, aunque no puedes evitar sentir miedo, puedes decidir no permitir que te controle. Esa decisión, esa elección, esa es la verdadera esencia de la valentía estoica.

Pregunta

¿Cómo manejas el miedo en tu vida? ¿Puedes aprender a actuar a pesar del miedo?

Ejercicio

Este ejercicio estóico consiste en enfrentar un miedo pequeño que tengas. Puede ser hablar en público, probar algo nuevo, o cualquier otra cosa que te haga sentir miedo.