Cada semana, ofreceremos una reflexión estoica y ejercicios para profundizar la práctica del estoicismo en un viaje de autodescubrimiento y fortaleza personal.

De lo cierto y evidente por necesidad se sirven aún los que lo contradicen.

Reflexión

Bajo el estoicismo moderno, este pensamiento resuena con la enseñanza estoica central de que debemos distinguir entre lo que está dentro de nuestro control (nuestras propias actitudes y acciones) y lo que está fuera de él (el mundo externo y las acciones de otros). Aquí, la frase sugiere que, incluso cuando alguien se esfuerza en contradecir lo que es cierto y evidente, sus acciones se siguen alimentando de esa misma verdad que tratan de negar. Es la confrontación constante de la voluntad humana con la inevitabilidad de la realidad.

Podríamos verlo como un navegante que desafía la corriente de un río, luchando contra ella para alcanzar un destino que cree estar rio arriba. Pero, independientemente de cómo luche, de cómo desee y anhele que la corriente fluya en una dirección distinta, está a merced de la verdadera dirección del río. Puede negar la corriente, luchar contra ella, incluso convencerse a sí mismo de que la puede superar, pero en última instancia, sigue siendo llevado por la fuerza del agua. Su desafío a la corriente no cambia su verdadero curso, sólo moldea su experiencia de ella.

Esta reflexión nos lleva a una mayor apreciación de la importancia de la aceptación, una enseñanza fundamental del estoicismo. La aceptación de lo que es cierto y evidente, a pesar de nuestros deseos y resistencias internas, es una fuente de serenidad y fortaleza. Incluso los que contradicen la verdad están, a su manera, sirviéndose de ella. Sin embargo, al resistirse a ella, al no aceptarla, se están negando a sí mismos la tranquilidad que podría proporcionarles el fluir con la corriente en lugar de luchar contra ella.

Finalmente, esta frase nos recuerda que la verdad y la certeza tienen un valor intrínseco, independientemente de nuestras percepciones o interpretaciones subjetivas. En la medida en que reconozcamos esto, podemos navegar la vida con mayor sabiduría y serenidad, alineando nuestras acciones y creencias con lo que es cierto y evidente, en lugar de lo que simplemente deseamos que sea cierto.

Pregunta

¿De qué manera he estado resistiéndome a lo que es cierto y evidente en mi vida, y cómo podría estar sirviéndome de eso a pesar de mi resistencia?

Ejercicio

Durante la próxima semana, dedica un momento cada día para reflexionar sobre esta pregunta y para observar cómo interactúas con la realidad a tu alrededor. Aquí hay una guía paso a paso:

  1. Cada mañana, recuerda la pregunta de meditación y el objetivo del ejercicio. Considera cómo, a lo largo del día, podrías estar resistiéndote a ciertos hechos o verdades en tu vida.
  2. Durante el día, intenta ser consciente de los momentos en los que te encuentras resistiéndote a lo que es cierto y evidente. ¿Estás rechazando un hecho incómodo en el trabajo o en tu vida personal? ¿Estás luchando contra una realidad que parece inmutable? Toma nota de estos momentos.
  3. Cada vez que te des cuenta de una resistencia, haz una pausa y reflexiona sobre ella. ¿De qué manera esta resistencia te está sirviendo? ¿Podrías estar sirviéndote de la realidad a pesar de tu resistencia?
  4. Por la noche, dedica unos minutos para reflexionar sobre tus observaciones del día. ¿Cómo ha influido la resistencia en tu bienestar y en tus acciones? ¿Qué podrías hacer de manera diferente?
  5. Finalmente, intenta practicar la aceptación. En lugar de resistirte a lo que es cierto y evidente, intenta aceptarlo. Alinea tus acciones y actitudes con la realidad tal como es, no como te gustaría que fuera.

Repitiendo este proceso a lo largo de una semana, podrás obtener una mayor comprensión de cómo interactúas con la realidad y de cómo la resistencia puede estar influenciando tus acciones. Esto te permitirá practicar los principios del estoicismo y, con suerte, te ayudará a vivir con mayor serenidad y sabiduría.